lunes, 29 de agosto de 2011

Sobre ellos...

Hay sentimientos constantes que producen las personas con discapacidad a su alrededor: pena, lástima, compasión, disgusto, caridad, piedad, queja, dolor, lamento, grima. De una forma más honesta o de otra más subliminal no somos capaces de valorar qué aportan en nuestras vidas esos seres, como diría una buena amiga madre de dos niños, "escacharraos". Lo que sí es cierto es que encontrarnos con ellos implica afrontar nuestras propias emociones, colocar en tela de juicios nuestros valores y asumir todo lo negativo que influye en la percepción que construímos alrededor. 

Y así, sencillamente, es imposible trabajar sin analizar nuestras emociones porque linealidad no existe. Hay días maravillosos dónde te sientes en una nube por haber llegado a dónde querías y otros dónde has navegado en un inmenso desierto. No hay conexión, sino mucha frustracción. Sin duda un vacío existencial que te hace preguntas tales como ¿realmente sirve de algo todo esto que estamos haciendo?

Hemos visto compañeros que han creído fielmente en ese hacer pero, con el paso del tiempo, las luchas con las instituciones y las enormes desilusiones terminan afirmando rotundamente que no han conseguido absolutamente nada. Amigos que se han trasladado a Educación Primaria abandonando la Educación Especial para realizarse o alejarse de la discapacidad. Y no por falta de valía profesional, esa sería una respuesta muy sencilla, sino porque existe una construcción mental sobre la esperanza en nuestras actuaciones. Por lo tanto, hace falta apoyo, apoyo psicológico para las personas que están cerca de ELLOS, para acompañar a sus familias y crear una estructura que permita seguir caminando hacia la visibilización. 

No intervenimos para hablar sólo de ELLOS sino para ayudar a todo aquellos que les rodean a estar menos en un mundo paralelo y más integrados con todos NOSOTROS. Quizás algún día el ELLOS deje de ser necesario y el NOSOTROS sea tremendamente diverso.

Desimulagomez